viernes, 25 de abril de 2008

Quienes Somos.

JUVENTUD PERONISTA /Agrupación Scalabrini Ortiz /Agrupación Estudiantil Arturo Jauretche.


Somos una agrupación Peronista, con las mismas convicciones de ayer, siempre trabajando para el pueblo, porque como dijo el Gral. Perón: “Nosotros somos un movimiento de Izquierda. Pero la izquierda que propugnamos es una izquierda Justicialista por sobre todas las cosas; no es una izquierda comunista o anarquista”.

Nuestro líder, también afirmaba “…Queremos la universalización pero no ordenada por los imperialismos, ni realizada por ellos, porque entonces sabemos, a favor de quienes se pagarán las consecuencias…”.

La Agrupación tiene las puertas abiertas a quienes quieran luchar por el pueblo porque no se gobierna para el pueblo, si no se gobierna con el pueblo y obedeciéndolo irrestrictamente.

Nuestro deseo es terminar con esa Argentina de conformismo, esa Argentina que maltratada como está, a veces ya no lucha ni se inmiscuye en la realidad del país, que ya bajó los brazos. Nosotros confiamos en la fuerza del pueblo trabajador organizado, dueño de una historia gloriosa de lucha por las conquistas sociales y por una Argentina Justa, Libre y Soberana.

Pretendemos que los jóvenes retomen como en otras épocas los libros y se enriquezcan de proyectos, que el Estado los avale e impulse y que esto contribuya al bienestar del pueblo con el trabajo del pueblo.

Somos a los que nos tocó crecer, durante la década del noventa, una época marcada por el individualismo y la no participación, una etapa en el que la política pasó a ser un mero negocio personal, vacía de cualquier tipo de contenido social, y ya no una herramienta transformadora de la realidad. Formamos parte de pequeños grupos de resistencia, innovadores, por fuera de las formas tradicionales de hacer política, y nos opusimos a aquel modelo de país que, hoy está a la vista, devastó a dos o tres generaciones. Somos nosotros, también, los protagonistas, en todo sentido, y de mil maneras diferentes, de las jornadas de diciembre de 2001.
Nuestro principal desafío es armar una organización política que genere una renovación de cuadros políticos jóvenes, sensibles y comprometidos, que cuenten con la capacidad técnica, y política, para fortalecer y profundizar el proyecto de país actual, para trascenderlo a largo plazo. Pretendemos que se mejore la calidad de vida de los que peor la pasan, queremos que las relaciones sociales sean solidarias, queremos un país más justo.
Por eso hoy más que nunca donde el arte de nuestros enemigos es desmoralizar (grupo Clarín), entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza!!!
“La Jauretche” movimiento estudiantil.
Entonces, ya tenemos por que luchar y por quién luchar,… miremos hacia el futuro, jóvenes, compañeros, los convocamos a ser parte de la “Scalabrini”, para acompañar el Proyecto Nacional y Popular que encarna el gobierno nacional.

Lo que hay y lo peor... (La Jauretche)

Por José Pablo Feinmann

No hay debate de ideas. Lo que se expone sirve para propulsar intereses, ocultándolos. Cuando uno cree que va a encontrar ideas se topa con textos de relevante pobreza. Son tiempos devaluados. En ese aspecto. En otros, son tiempos de furiosa beligerancia. Pocas veces –salvo en jornadas inminentes a golpes de Estado–, el periodismo jugó un papel tan importante, tan brutal, tan parcial como en estos momentos. Todo el periodismo –no sé cuál será la excepción, seguramente este diario, al que todos agreden como oficialista o directamente servil: vivimos en la época de los agravios, no de las ideas– apunta sus dardos contra el Gobierno. El nivel de ideas, de conceptos, de análisis es tan pobre, que no hay con quien polemizar. Si uno, hoy, dice: “Las retenciones al agro, por medio de un Gobierno con tenues tendencias a intervenir en la economía, son importantes para una paulatina redistribución de la riqueza, aun cuando, como todos sabemos, ese Gobierno no quiere ir más allá de un proyecto democrático, capitalista, con toques de distribucionismo, de un keynesianismo que lo acerca, aunque levemente, al Estado de Bienestar del primer peronismo, el que se explayó, sobre todo, entre 1946-1952”, uno pasa un lunes tranquilo, el teléfono suena poco, no lo agreden en las radios, ningún medio de lumpen-periodismo le discute algo. Primera causa: porque no entendieron casi nada. Segunda causa: si entendieron algo, temen discutir en esos términos. Si uno, en cambio, dice: “El llamado ‘campo’ es proto-golpista”, lo llaman de todos lados, o no lo llaman y lo agreden, lo insultan, a los diez minutos de “proto-golpismo” se pasó directamente a “golpismo” y ahí están todos opinando, lengüeteando palabras a diestra y siniestra, todos grandes profesores, grandes opinólogos, grandes, en fin, formadores de opinión. Que eso, es cierto, es en lo que se han convertido. Convencen a “la gente” de cualquier cosa. Todos enemigos de un Gobierno que, en el mayor error que cometió, en un error acaso suicida, les regaló los medios. Ese error puede ser grave –no sólo para este Gobierno– sino para la democracia de este país. Porque lo que a través de ellos se explicita es el racismo, el odio de clases, el odio a la negrada, el odio a los inmigrantes, un machismo repugnante que late en todos los agravios a la Presidenta (que se formulan, ante todo, agraviando su condición de mujer, de aquí que se le diga “neurótica”, “histérica” o “que habla con un tonito que no se aguanta”), el apoyo a todos los que se enfrentan a un Gobierno elegido democráticamente y cuya legalidad, aun en medio de sus feroces ataques, debieran aclarar que respetan. Imposible: es hablar en el desierto. Se trata de una cruzada sin retorno.
No tengo espacio aquí para entrar en la cuestión populismo-mercado (que es la antinomia que hoy realmente está en juego), porque el tema es para ser desarrollado extensamente. Hoy, en este diario, si alguien quiere leerlo, ese tema está: en el suplemento que publico domingo tras domingo, hoy, sus dos primeros parágrafos abordan esta cuestión. El primero lleva por título: Pasado y presente de la batalla entre el intervencionismo estatal y el libre mercado. El segundo: La palabra clave de la distribución del ingreso: “retención”. Mi contratapa, hoy, es ésa. No es casual. Le estoy dedicando un amplio espacio al golpe de 1955 porque, en él, todo está prefigurado. También lo que pasa hoy. En el plano económico, el golpe de 1955 vino para destruir el intervencionismo estatal peronista (expresado, sobre todo, por el Instituto Argentino de Promoción del Intercambio, IAPI) e implantar la economía de la libertad absoluta del mercado respaldada por el apoyo financiero externo, ya que es, en ese momento, cuando nuestro país ingresa al Fondo Monetario Internacional.
Ante la pasmosa pobreza conceptual recibí con alegría una nota de Eduardo Grüner, publicada en este diario. Admiro a Grüner y he leído con pasión sus libros. Es profesor de Teoría Política y de Sociología del Arte en la Universidad de Buenos Aires. La gente conoce más a Chiche Gelblung que a él, desde luego. Pero así es “la gente”.
Grüner señala que las medidas tomadas “por uno de los sectores más concentrados de la clase dominante argentina” son “sobredimensionadas, extorsivas, objetivamente reaccionarias, y actuadas en muchos casos con un discurso y una ideología proto-golpista, clasista y aun racista”. Totalmente de acuerdo. El sector de la clase dominante o, si usted prefiere, de la clase dirigente o, para ahondar más la cuestión, del “establishment”, de eso que es, realmente, el Poder y no el Gobierno (con lo cual les señalamos a ciertos progres, que creen estar luchando contra el Poder desde la “libertad de prensa”, que no lo están haciendo, ya que el Gobierno, lejos, muy lejos, está de ser el Poder sino que sólo es el Gobierno), que está enfrentando al Gobierno que preside Cristina F. es el sector agrario, encabezado por la Sociedad Rural y utilizando como tropa a los llamados “pequeños productores” que, al haberse encolumnado con los poderosos, revelan que son pequeños muy a su pesar y que no lucharán contra los grandes sino que buscan ser como ellos. Ninguno de los “pequeños” habría engrosado la manifestación de los “grandes”, ni siquiera un almacenero, si quisiera en verdad ser diferente de los “dueños de la tierra”, pero no. Quieren dejar de ser peones de los grandes y pasar a ser patrones de sus peones propios. Actúan como clase media que son. La clase media teme “bajar” y ser clase baja, negrada, clase obrera o excluida social, quiere trepar y ser clase alta. La “unidad” del 2001 fue una ilusión hiper-momentánea. “Piquetes, cacerolas, la lucha es una sola.” No, la lucha no es una sola. La clase media juega a favor del establishment porque ésa es su meta en la vida: trepar en la escala social. La unidad con los piquetes del 2001 fue una medida coyuntural de supervivencia. Ahora está donde quiere estar: caceroleando para los dueños de la tierra, para la Sociedad Rural, dándole cuerpo a la protesta, espesor, ruido y cierta masividad. (A propósito: olvidarse de la “cacerola”. La “cacerola” nació como instrumento de las señoras bien de Chile para derrocar al comunista Allende y traer al democrático Pinochet. Nunca me gustó la cacerola aquí, en el país. Siempre me olió a conchetaje chileno. A septiembre de 1973. Al preludio de la masacre chilena, que fue el preludio de la nuestra.)
Grüner, creo, se equivoca cuando escribe: “En fin, no estamos –hay que ser claros– ante una batalla entre dos ‘modelos de país’; el modelo del Gobierno no es sustancialmente distinto al de la Sociedad Rural”. ¿No? ¿Y todo este desmadre, entonces, por qué? Grüner dice que el proyecto del Gobierno y el de la Sociedad Rural son sustancialmente no-distintos porque los dos son capitalistas. Califica al Gobierno de “reformista-burgués”. ¿Y qué podría ser? ¿Lo que dice algún jovencito del PO, que acaba de leer el Manifiesto Comunista? ¿Debería ser revolucionario socialista? Hoy, un gobierno reformista burgués es mucho más de lo que la Sociedad Rural, todo el establishment y los Estados Unidos están dispuestos a aceptar en América latina. Al reformismo burgués le dicen populismo y, para ellos, es la peste. Grüner (que está a infinita distancia intelectual de cualquier jovencito que asoma al mundo de la politología) lo sabe y se rectifica a sí mismo. Lo que aquí se juega es un choque entre “lo que hay” y “algo mucho peor”. Entre un gobierno populista, con tendencias a la distribución del ingreso y al intervencionismo de Estado, y la más rancia, la más poderosa, la más represiva derecha de América latina. Es cierto que “a lo que hay” hay que pedirle que sea más. Pero no ahora. Ahora “lo que hay” es, para la derecha, intolerable. Y busca desestabilizarlo, cuanto menos. De aquí que, Eduardo, porque es mi amigo, es mi compadre aunque tengamos diferencias, que son menores ante los monstruos que nos amenazan, aclara que no está a favor del Gobierno sino en contra “de intentonas que a esta altura ya nadie puede dudar (...) que son ‘desestabilizadoras’, ‘golpistas’, ‘reaccionarias’”. Y aclara que no debemos equivocarnos “sobre dónde está el peligro mayor”. Inútil, Eduardo, que insistas tanto en decir que no estás “a favor” del Gobierno. Sólo con lo que dijiste la ralea comunicacional y la derecha te tildarán de “cristinista”, “kirchnerista” y, lo siento, “peronista”. Son así.



“Esto es lo que se llama aquí -libertad de prensa-. Libertad de los intereses antinacionales y antipopulares, para impedir que tenga medios de expresión. lo nacional y popular.”
(Arturo Jauretche).

martes, 22 de abril de 2008

Semblanza de un luchador popular inclaudicable..

La Agrupacion con el Movimiento Arturo Jauretche, adhieren al duelo por el fallecimiento del compañero Arturo Ibarra y eleva una oracion por el eterno descanso de su alma.

ARTURO IBARRA: SEMBLANZA DE UN INCLAUDICABLE LUCHADOR POPULAR.

Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. (Bertolt Brecht)
Hoy nos conmueve el dolor por la inmensa perdida que significa para las luchas del pueblo de azul, la partida de un hombre que dedico su vida entera a la búsqueda incansable de la justicia social. Nacido en el año 45, año memorable por aquel histórico 17 de octubre, en que se sublevara el subsuelo de la patria. Creció y se perfeccionó, junto con tantos otros niños (los únicos privilegiados) educándose en aquellas “escuelas fabricas” fruto de las políticas educativas de aquel primer gobierno justicialista. Luego de la caída de este gobierno participó en todos los movimientos de la resistencia peronista contra la opresión y el coloniaje al que nuestro pueblo fue sometido por la mal llamada “Revolución libertadora”, fue fundador de gremios, líder de movimientos juveniles- Juventud Peronista “Manuel Chaves”, y presidente- hasta su fallecimiento- de la agrupación “Eva Perón”- y siempre perseverantemente y sin desmayo junto a la gente- de carne y hueso- de sus barrios. Concejal durante el gobierno municipal de Peralta Reyes, y luego funcionario de minoridad del gobierno popular de Oscar Bidegain. Posteriormente, con la caída del gobierno democrático, en el 76, fue encarcelado, perseguido y discriminado, no obstante lo cual su voluntad de lucha nunca pudo ser quebrada. Con el advenimiento de la democracia, siempre junto a sus queridos vecinos de Plaza Oubiñas y de todos sus amados barrios de Azul, condujo las luchas vecinales por mejoras concretas en la calidad de vida de todos. Participó en el Movimiento Evita, junto a la referente Gloria Bidegain, y de las luchas políticas que llegan hasta nuestros días, siendo nominado asesor por quien es hoy diputada nacional por el Frente para la Victoria.
Hoy Arturo no estás presente físicamente pero queda el testimonio de tu lucha, que nos llena de orgullo y nos anima seguir enarbolando las banderas de justicia social, soberanía política e independencia económica, y con tus mismas palabras te despedimos “sabemos que está dentro de nuestro corazón el recuerdo de aquellos pioneros del movimiento nacional y popular, están los compañeros que no están, pero viven permanentemente con estas nuevas luchas, con estos nuevos desafíos y son parte tal vez del sueño de una nueva primavera, de ver a los argentinos unidos, todos juntos trabajando por la felicidad del pueblo, que sería el único objetivo real que cada político tendría que tener, es trabajar para servir al pueblo, como era antes".
Firma. Agrupación “Raúl Scalabrini Ortiz” y “Movimiento Estudiantil Arturo Jauretche”

lunes, 21 de abril de 2008

Breve reseña...

Raul Scalabrini Ortiz
Raúl Scalabrini Ortiz nació el 14 de febrero de 1898 en Corrientes, hijo del naturalista Pedro Scalabrini, director del museo de la ciudad de Paraná. Estudió en la Facultad de Ciencias Exactas y se dedicó a la ingeniería hasta que llegó a Buenos Aires y se vinculó al enfrentamiento literario de los grupos Boedo y Florida. Por temperamento y formación estaba más cerca de la gente de la revista "Martín Fierro" que del grupo Boedo. En 1923 publicó el libro de cuentos "La Manga".

Fue periodista en "La Nación", "El Mundo" y "Noticias Gráficas", además de fundar y dirigir el diario "Reconquista".
En "El hombre que está solo y espera" crea un arquetipo de porteño: el hombre de Corrientes y Esmeralda. En los cuadernos de FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina, Jauretche decía que Scalabrini "era la mitad de FORJA") publicó trabajos relacionados con los ferrocarriles y el petróleo. En la década de 1930 realiza como intelectual una intensa labor para esclarecer al pueblo que el país era una colonia del Imperio Británico.
En sus obras denunció la farsa perfectamente organizada de un sistema de entrega, dominación extranjera y explotación. Acusaba como cómplice del despojo a "la oligarquía vernácula" y a los que consideraba "personeros intelectuales puestos a su servicio" y, realizando una extraordinaria y paciente labor, expuso desde dónde y como se manejaban los hilos del destino de nuestro país.

Es importante también su libro de poemas "Tierras sin nada, tierra de profetas", que también incluye varios ensayos.

Falleció víctima del cáncer el 30 de mayo de 1959.